Ni eres una top model del más alto standing, ni las mejores marcas del mundo requieren tu rostro para vender sus maquillajes, ni mides 1,75 metros. Y como si todo esto fuera poco, no has aprobado el examen final del curso intensivo Controle sus tacones para evitar esguinces y papelones. Es verdad que cualquier calzado que no se llame zapatillas no es muy amigo tuyo, por no decir abiertamente que todo lo que no se llame zapatillas te declaró la guerra hace tiempo. El problema radica en que tienes una boda, y el precioso vestido corte imperio de seda natural roja y negra que te compraste no queda muy bien con tus Nike blancas con cámara de aire. No tienes otra opción que subirte a esos palos de madera clavados a la parte trasera de la suela de los zapatos que, dicho sea de paso, jamás deberían haber sido inventados.
Hete aquí que llega el gran día. Gran día solo para la novia, porque para ti de gran no tiene nada. Te duchas, te pintas las uñas de rojo pasión, te maquillas a conciencia, te pones el vestido y te peinas. Entonces es momento de subirte a los palos de madera: metes el pie en un zapato, luego en el otro, cierras la hebilla, te levantas, das un paso. Un malabarista con 8 bolas de fuego sobre zancos de metro y medio sin ningún lugar a dudas se siente más cómodo que tú. «Tú puedes controlar estos palos Letzy, tú puedes controlarlos», te dices recordando un antiguo libro de autoayuda que se explaya ampliamente en el gran valor de las afirmaciones positivas. Más o menos bajas las escaleras de tu edificio, más o menos consigues llegar a la esquina y subirte a un taxi, más o menos entras en la iglesia, más o menos llegas a la fiesta. Menos más menos más menos más menos te levantas a bailar. «A ver Letzy, cielito lindo, ¿en qué momento pensaste que podías ejecutar movimientos acompasados cual Isadora Duncan pero sobre palos? Por algo ella siempre bailaba descalza, sabia mujer. Con lo bien que iba todo, ¿tenías necesidad de mostrar tus artes dancísticas?», te preguntas mientras ves las carcajadas de algunos invitados, la verdadera preocupación de otros, la cara de la novia que desde arriba te pregunta si estás bien y las manos del novio que te ayudan a levantarte. «Sabia mujer Isadora», repites como un mantra mientras observas a los invitados bailar agraciados un tema de los 80' desde una silla con tu precioso vestido corte imperio de seda natural rasgado, tus uñas rojo pasión descascaradas, tu pierna derecha apoyada sobre otra silla y tu tobillo adornado con una servilleta llena de hielo en su interior.
Pero no me vas a negar que ha sido toda una experiencia.
ResponderEliminarSiempre con una sonrisa amplia, sea como sea la caída :) no te olvides.
Un beso y que se mejore tu tobillo.
(je que de eso entiendo)
El que no arriesga no se cae. Y si te caes no queda otra que hacerlo con estilo. Un beso grande!!
ResponderEliminarUy, ¡pobre!
ResponderEliminarYo era igual hasta que empecé a bailar tango y a usar tacos de 10cm, pero sólo para bailar tango eh!
El resto de la semana zapatos bajos y cómodos :)
¡Que te mejores, Eva!
¿Hubo video? ¿lo veremos en youtube? :-D Genial Eva!! Tienes Don!!! un beso ;)
ResponderEliminarAntes muerta que sencilla Eva...jejejejePero tengo que decirte que yo soy anti-tacon el día de mi boda me puse unas sandalias planas...Lo mio es caminar en la alturas pero entre montañas no entre tacones....jejejeje
ResponderEliminarBesazo y que pases una buena semana
Haber ido de plano, mujer. Nadie se fija en los zapatos, que miren a la novia. Ponte bien pronto.
ResponderEliminarBesos
Eva, "el que quiere celeste, que le cueste". Me pregunto vale la pena la incomodiad para estar mas "elegante"?. Ya sé, como dice Anni, "antes muerta que sencilla", no importan los golpes cuando hay felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eva, el que lo cuentes es una cosa pero otra es sentirlosssssssssssssssssssss que horrorrrrr me acabas de describir, jajajaj lindo post :D
ResponderEliminarPobrecita...
ResponderEliminarYo siempre miro admirado y asombrado a las mujeres caminando con garbo subidas a esos rascacielos...jajaja
Besos y salud
Pero qué gracia tienes para escribir puñetera!,pero ninguna para subirte a la azotea o que?,jaja, bueno bueno, te cuento que yo de tacones altísimos nada de nada,primero es la salud de mis pies y espalda. Un tamaño mediano, y voy que chuto!
ResponderEliminarGracioso el texto como me imagino que eres tú.
Besos Eva.
Jaja Eva! Como eres! Yo he desistido con los tacones, sé que jamás sabré andar con ellos sin parecer un pato, lo que hago es que cuando me pongo siempre uso de esos de plataforma o de cuña o como coño se llamen, con un tacón fino ya me sería totalmente imposible, y de cualquier manera al rato siempre termino lloriqueando y bufando, no nací para llevar tacón, mi hermana la cabrona los lleva todo el día, creo que es de otro planeta o al menos de otra madre, porque no lo entiendo.
ResponderEliminarBesitos
Estimulante y aleccionador. Animo.
ResponderEliminarMB, Eva.
Me pasa lo mismo, es ponerme tacones y estar en equilibrio inestable trece segundos y "desparramao" por el suelo tres minutos.
ResponderEliminarY te aseguro que así se avanza muy despacio.
Lo peor fue en la boda, despues de 24 aterrizajes se me acerco un camarero y me descubrio el secreto de los secretos, que mi amigo Guille (que se ha escacqueado de venir) es un cabronazo y que no, que los del sexo masculino no teníamos que venir con tacones del 25.
¡Eres la caña!, divertida como pocas.
ResponderEliminarGracias por las sonrisas, risas, risotadas y por tu buen humor.
Besos.
Adhiero total y solidariamente a este texto divertido y tan real!
ResponderEliminarPues no son la recaña unos buenos taconazos ni nada...
ResponderEliminarAunque puedo entenderte, jajajaja
Un beso
¡Qué bueno, Eva! y he de confesar que cuando, al principio, leí Isadora Duncan, lo pirmero que me vido a la cabeza fue su trágica muerte.
ResponderEliminarUn abrazo grande y feliz seman!
Lo primero Letzi vamos a reírnos las dos ahora que no nos ve nadie. Lo del vestido de corte imperio, no sé que c. es, pero suena a glamuroso ¿imperio has dicho? Eso es más que reina mi niña, si te hubieras quedado en princesa con unos zapatitos tipo Cenicienta, lo habías arreglado. Y digo yo ¿por qué a las bodas hay que ir disfrazadas? No digo de ir con chandal, pero ya me entiendes. En este país de reivindicaciones, habrá que salir a la calle para pedir la igualdad de derechos: Chicos y chicas con tacones de aguja en las bodas. Verás qué pronto desaparecen del mundo mundial.
ResponderEliminarMe he quedado un poco más contigo porque tienes el tobillo mal, ¿ya va mejor?
Inmenso abrazo.
PERO QUE PELIGRO TIENEN LOS TACONES,,,, VES, POR ESO YO NO LOS USO.
ResponderEliminarBROMAS APARTE, ESPERO QUE TE RECUPERES PRONTO DE TU TOBILLO...
UN BESAZO EVA!!!
¡Qué bueno Eva! jajajaj estoy de acuerdo contigo de verdad, yo he llevado tacones durante dos días en la feria de Sevilla y si vieras ahora como ando coja con ampollas en todos los dedos lo flipas ufff y todo por querer ir divina de la muerte súbita.
ResponderEliminarFantástico tu blog, el título me encanta y yo que pensaba que te tenía en mi lista de blogs y resulta que me he dado cuenta de que no!! ya me quedo aquí y volveré.
Besitos.
No me lo puedo creer, ¿de verdad, de verdad, estás con el pie chungo ahora por una caída de los taconazos? Si es lo que comentábamos en mi blog, que somos esclavas totales, y encima, a gusto y encantadas.
ResponderEliminarYo sabía andar con tacones con mucho estilo, pero poco a poco lo he ido perdiendo, me he acostumbrado al zapato cómodo o, como mucho, de cuña, y cuña ancha por abajo, que si es estrecha es igual de incómoda que el tacón fino. Que vale, que no tienes el mismo porte con tacón que sin él, pero ¿y nuestra comodidad, qué? ¿Y nuestra integridad física? (que te lo digan a ti).
El vestido debía ser precioso, me encanta el corte imperio. Pbbrecita mía, qué final de fiesta... aunque he tenido que reírme por cómo lo cuentas, eso no se puede evitar. Eres la caña.
Besitos, guapísima.
Chica lo que me he reído!!!
ResponderEliminarDe verdad que a mi no me pasa porque siempre voy en tacones, pero si me ves andar en planos me resulta igual de complicado jajajaja
Besos
Dicen que aprender a caminar con tacones es un arte pero sin duda deben ser un coñazo aunque estilizan mucho las piernas y todo eso... Ya puestos a llevar alzas mejor ponerle algo de fantasía como esas plataformas de Carmen Miranda con agua y peces en el interior. Claro que después de caminar un rato los peces debían quedar algo mareados.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
jajaja, luego dices que yo te hago reir... Pobre, pero no para operar, no? Que mira que te ingresamos a ti también!
ResponderEliminarRecupérate, anda y cuidadito con los esguinces, que suelen repetirse.
Un besote en ese tobillo.
¡Jajajaja! Excelente, como siempre.
ResponderEliminarSaludos...
Isadora que no era muy amiga del calzado, debió de tomar las mismas medidas contra las estolas, pues fue una de ellas la que acabó su vida al quedar enganchada en la rueda de un coche y estrangularla.
ResponderEliminarJajajaaj que horror lo de las bodas al final acabamos todas disfrazadas y subidas al andamio.
ResponderEliminarUn besito
Jajaja, algun dia me tendreis que explicar esa frase mitica de para lucir hay que sufrir. Gran escrito, me ha hecho pasar un buen rato. Un abrazo amiga
ResponderEliminarJeje, un malabarista con 8 bolas de fuego....! eres increíble :) genial !!!, yo soy de las atrapadas a los palos, casi no despego del suelo, :) un fuerte abrazo
ResponderEliminarUy! cariño!! jajaj... me recordaste a mí!!! soy un desastre en tacos, inclusive ni me hace falta que sea alto, con tal que sea finito es suficiente para no tener equilibrio!!!
ResponderEliminarLa próxima la imagen de la Duncan!!! sisi!!!
Besos preciosa!
¿ A quien se le ocurre ponerse a bailar con unos tacones de vértigo si apenas sabe andar con ellos? Quizá se le subió el vino o el champán a la cabeza, se armó de valor, y hala! a bailar! Luego pasa lo que pasa... ainsssssssss!!
ResponderEliminarBss.
El otro día observaba los zapatos de una conocida marca y agggggggg eran casi todos de 15 cm o más!! Estamos locos o qué?
ResponderEliminarÁnimo y la próxima vez a lo Isadora!
Bss,Carmen
¡Jopé!...¡¡Lo estaba imaginando mientras te leía!!
ResponderEliminarMe da que hay que recordarles lo sacrificadas que llegamos a ser...jaja.
B7s
Para presumir hay que sufrir, quién inventó esta frase?????
ResponderEliminarMuy bueno, Eva.
Un abrazo.
A ti no te hace falta nada para ser extraordinariamente atractiva.
ResponderEliminarTienes un cerebro hermosísimo.
Y esto no es ningún halago.
Besos.
Digan lo que digan, no fueron los tacones, sino el exceso de gin tonic. Y el mantra era "sabio bebedor, Capote". Lo que pasa es que ya no te acuerdas. (Comentario patrocinado por la Asociación Nacional de Fabricantes de zapatos con tacones)
ResponderEliminarUn abrazo.
jo... tengo una boda en un par de meses... y me acabas de recordar que tengo que practicar eso de andar por el pasillo con los taconazos que me compre...
ResponderEliminarun placer leerte!!
Yo firmo el comentario de Norah Bennett, es más, cuanto más escote menos se fijan en los pies, de eso doy fe, quizá ellas sí, pero como tienen a la novia tampoco.
ResponderEliminarBesos.
como todo deportista, si no entrenas no puedes competir hija mía, al igual que la tal Isadora que no sé ni quién es, pero asumo que baila bien, creo que antes de cualquier presentación ha tenido que rajarse hasta 24 horas al día ensayando, osea, que no puede ser posible que intentes al menos parecerte a ella, ni descalza si no has prácticado un sólo día bailando descalza, sabías que descalza uno se rompe los dedos más facilmente??? no?? pues es verdad, no sólo los dedos, también se arrancan las uñas en un sólo paso mal dado, jajajaja, así que no es dable que la menciones si tampoco te has atrevido a bailar descalza, ni lo sueñes!!! por ejemplo la niña destada que figura en una de mis fotografías, ella apenas se levanta de la cama se coloca sus zapatos taco 9 para hacer sus labores en su hogar, ella no conoce el termino zapatillas deportivas, al contrario cree que es una especie de propulsor atómico que ayuda a los deportistas a llegar a la meta y que es canceroso, hasta en la playa se lleva un taco 7 para andar más descansada, y eso que entrena un par de días antes con tacones 12, si desea ir a alguna fiesta donde intentará bailar sobre ellos, y ni que decirte de los tacos numero 15 que se compró y que hasta donde yo sé, entrena una vez al mes con el deseo de que algún día pueda ser una concursante en modelaje, osea, hija mía, todo viene del entrenamiento, no puedes simplemente subirte a uno de esas cosas sin antes modificar tu forma de caminar, entrenando no sólo tus tobillos, también tus rodillas, caderas y hasta tu columna vertebral, que según dicen terminan afectados con cada paso en zapatos de tacos, jejejejeje, en verdad me has hecho recordar a las fiestas de matrimonio, en donde todas las chicas llegaban luciendo sus hermosos zapatos altos y cuando terminaba salían descalzas con el bendito zapato en la mano hasta el coche para ir a sus casas, pobres....
ResponderEliminarSi es que eso de bailar no puede ser bueno ni siquiera descalzo.
ResponderEliminarPor cierto, que siempre me han parecido un poco cortas las personas que no pueden aguantar la carcajada cuando se cae alguien. No le veo la gracia.
Besos.
jajaja, ahora en los casamientos cuando llega la pachanga reparten sandalias bajas (ojotas) .
ResponderEliminarComo siempre me hacès reir mucho.
PD: Uso tacos altos en raras ocasiones, hace unos años trabajaba todo el dìa con ellos adheridos a mis pies...te imaginàs cuando llegaba a casa? ayyyyyyyy.
Besos Eva.
Ufff Que palo lo del esguince...
ResponderEliminarLo de los tacones hace años que me los prohibieron así que ahora me daría hasta vértigo. Para la próxima boda, hay unas zapatillas preciosas planas y que vienen en unos estuches super cool que puedes meter en el bolso para la hora del baile. :D
Besazo hermosa y a poner mucho hielo
ooh! noooo! que no pase eso, pero así somos verse bien es lo que cuenta a la hora de los eventos sociales.
ResponderEliminary una boda, la gran oportunidad para lucir las mejores dotes, pues claro que hay que verse bien!!
lástima que haya percances como esa caída.
Espero que estes bien de la pierna.
Saludos Eva.
Quédivertida eres. Un consejo te voy a dar: después de la ceremonia y una vez en la fiesta hay que calzarse los zapatos cómodos, yo tengo unos zuecos que van a todas las bodas para marcar el baile. Y nadie se fija en mis pies porque todo el mundo ya va un poco alegre y más bien se fijan en mis caderas, aunque me hago la sueca. Pero reconozco que al principio me pasaba como a ti. Y luego llegaba a casa con ampollas y rozaduras. Ahora no. Ahora tengo un par de sandalias de boda (van con todo) y un par de zuecos de boda (de noche todos los gatos son pardos). El resto del tiempo llevo lo que me apetezca (tacón medio básicamente). Si a ti te van las zapatillas, pues venga, hay algunas preciosas. Buen relato. Me he reído mucho.
ResponderEliminarBesos!
Y por eso yo casi nunca llevo tacones, jajajaja. Y si llevo son más gruesos que los que son de aguja, más que nada porque si me subo a uno de esos pareceré una garza epiléptica.
ResponderEliminarEspero que ese tobillo esté recuperado. Por cierto, para la próxima vez lleva unas bailarinas en el bolso, y en el momento del baile te las cambias (la gente ya va demasiado borracha para fijarse en que has descendido un par de centímetros y que no conjuntan con tu vestido ;) ).
Un besito!
Viste el dicho ese: "el que nace para pito nunca llega a corneta", jajajajaja !!!
ResponderEliminarVerdaderamente admiro a aquellas que pueden caminar sobre esos zancos.
Besos Eva !!
Mala cosa, ¡qué mala pata!
ResponderEliminarFue cuestión de que tú te decías en tu interior que ibas a caeeeer, que caeríiiias, y claro está, con el caso que te haces a ti misma, no podía ser de otra manera.
Lo que no podemos hacer es subirnos a un tacón de dos pisos, ya nos vienen mejor los de entresuelo, máximo cinco centímetros, que los hay monísimos y elegantes, lucen bien y podemos bailar tranquilamente,
Yo estuve en Madrid en una muy sonada y por aquel tiempo, tenía un pie escayolado con una zapatilla de ésas horrorosas que te ponen y me compré unos zapatos bajos dorados preciosos, del cual sólo me puse uno y nunca más me los volví a calzar.
Cuídate ese tobillo, Eva.
Besos.
♥ Vengo a desearte un lindo fin de semana `•.¸ y a dejarte un poquito de mi esencia ♥`•.¸ ) dejando una sonrisa al entrar en tu página, ¸.•)´ tómala y regálasela a quien nunca la ha tenido .•´ ♥ toma un rayo de sol, y hazlo volar........ ♥`*.*´¨) allá donde reina la noche. ¸.•´¸.•*´¨) ¸.•*¨) Besitossss!!! ♥▒♥▒♥▒♥▒♥▒♥▒♥▒♥La Soledad♥▒♥▒♥▒♥▒♥▒♥▒♥-
ResponderEliminarHa sido un placer :)
ResponderEliminarUn saludo.
Eva, tu texto me hace recordar una de las primeras comedias, en los cuales tuve que hacer de mujer, para ridiculizar una telenovela inmamable, llamada María. NO sé cómo no rodé en escena, si nunca había usado zapatillas, ni tuve tiempo para amansarlas. Aún, no me explicó cómo en una de esas bataholas en escena, no se me salieron las naranjas que rellenaban el corpiño o brassier. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarOooohhh! Pobre es lo peor que nos puede suceder cuando nos subimos a los tacones, aunque yo los adoro me encanan no para un diario claro y si también se que no son buenos y bla,bla,bla pero que le voy hacer...
ResponderEliminarBesotes princesa !
¡¡Con lo bien que se está en casa, de zapatillitas!!...
ResponderEliminarYo me caí en una boda porque se me enganchó el tacón en el vestido larguito que llevaba...
¡¡Un besito y excelente semana!!.
Eva como estas, que exagerada no seria para tanto. Y lo esbelta que hacen que me dices. Claro que si son esos tacones que parece que estas subida a un andamio eso es otra cosa.
ResponderEliminarBesitos.
Jajaja, nooo, ¡pobre Eva!
ResponderEliminarPara la próxima mirá con cariño algunas chatitas, son lindas y comodísimas... y lo más importante de todo, ¡no implican ningún riesgo!
Un beso grande, un placer leerte, como siempre.
me encnata la realidad con la cual escribes tu blog
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