Jamás enjuiciarás, JAMÁS (y para decirte esto la autora está utilizando mayúsculas por si no te diste cuenta) la comida de su madre. Nunca dirás cuando salgas de la casa de tu suegra «la milanesa/el gazpacho tenía demasiado ajo», «el mondongo/potaje estaba soso» o «los ñoquis/calamares a la romana no son tan buenos como me los habías descrito». ¡NO, NO y NO! ¡Jamás! ¡Never! ¡Jamais! ¡Mai! ¡Jemals!
Recordarás: él ama la culinaria de su madre como pocas cosas en este mundo; te conviene que todo lo que tu suegra haga al vapor, hervido, escalfado, flambeado, asado en cenizas, a la papillot, en una sartén, olla a presión, horno, wok o grill te parezca exquisito.
ajajaja buen consejo!!! sobre todo para las que se nos escapan las palabras :P
ResponderEliminarY sí, hay que saber callar, es lo primero que hay que aprender, que no se puede decir todo lo que se piensa...
EliminarMe alegra tenerte por acá, espero te guste el blog.
Un beso
Es evidente, como mamá no cocina nadie, y cuando digo mamá me refiero a la mamá, la madre de ella es la bruja, así se distinguen, "mamá la de él", "bruja la mía".
ResponderEliminarEs más, deberíais dedicar un tiempo todos los días a hablar con mamá a ver si al menos os acercais a su arte culinario, que al fin y al cabo ambas quereis la misma cosa, haer feliz a su niño :)
Ja ja, siiii, la comida de mamá la llevan cosida en los genes, por no hablar de que ellos sepan hacer un triste platito de macarrones más bien reguleros,nada más, sólo los macarrones, hay que ensalzarlos cómo si estuvieras comiendo gloria bendita.
ResponderEliminarEs verdad, y lo peor es que creen que cocinan bien, y lo que es peor aun es que todo les parece fácil, lo que hagas nunca les parece complicado, ¡claro!, porque no lo hacen ellos...
EliminarUn beso grande
El mimo que ha puesto mamá para que nuestro paladar fuera aceptando todos los sabores, incluso los que nos resultaban desagradables. Tantos años acostumbrados a una forma de guisar. Con nuestra mesura habitual no manifestamos nuestras preferencias, pero si nos buscáis la boca la encontráis. ;-)
ResponderEliminarBesos.
No sé yo eh... A veces sí que manifestáis vuestras preferencias, y demasiado...
EliminarUn beso
¡Magnífico!
ResponderEliminar¡¡¡¡¡Ese es el pilar de una relación duradera!!!!!
Luego cuando pasen los años, y el un buen día diga que tu milanesa es mejor que la de su madre, tu contestarás hipocritamente ¡Nooooo, que va!
Además luego tienes la revancha definitiva: Cuando viene la nuera a casa y la tortilla te ha quedado espantosa y ahí la ves, tragando quina y diciendo ¡Que buena! y tu pensando: ¡Te jodes! :D
Besazo
Jajaja! No tengo nuera, pero si la tuviera haría lo que tú dices...
EliminarUn beso
eso y nuncaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa compararte con la mama
ResponderEliminarsiemrpe la comida de ella va a ser mas rica!!!
Siempre, siempre, siempre! No tenés nada que hacer al lado de tu suegra...
EliminarFeliz cumple again!!!
Tomo nota, espero no olvidar este sabio consejo en el momento adecuado.
ResponderEliminar¡¡Gracias!!
Jajaja! La madre es la madre, qué le vamos a hacer.
EliminarGracias a vos por pasar por acá, siempre leo tu blog y me gusta muchísimo.
Está claro que al hombre se le gana por el estómago pues a apencar con las croquetas de mamá aunque solo sepan a pan rayado
ResponderEliminarJajaja! Y sí, sea lo que sea que la madre les sirva seguro que les gusta...
EliminarUn beso mury
La mmamamaaa... Menos mal que tenemos una sola,pero claro jamás le diremos al consorte que deja crudos los ravioles,que el puchero tiene gusto a bodoque y que hasta la ensalada le sale horrible.Y nuestra venganza sobrevolará cuando la historia vuelva a repetirse...para nuestro bien o nuestro mal tambien seremos suegras.
ResponderEliminarLo has escrito con mucha fuerza y sabiduría.
ResponderEliminarGracias por tu visita a mi blog, para mi asido todo un placer encontrarte y leerte.
Un abrazo
Y para mí haber encontrado el tuyo.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
evalet, siempre con tu humor tan fino y sutil, nuevamente es un gusto leerte. tus relatos son como un rico caramelo en la boca, que alivian las comidas de las suegras.
ResponderEliminaryour cayman
Primera regla, NUNCA llevar la contraria a las suegras en ningún aspecto... si quieres conservar la cabeza... jajaja, a fin de cuentas estás "compitiendo" por el amor de su chiquillo :P
ResponderEliminarLo sé, lo sé...
EliminarBuen consejo. Es una lástima que tengamos siempre detrás el lastre de la comida de las suegras, pero así es la vida.
ResponderEliminar¡Es tan cierto...!
ResponderEliminarJajaja! divertida entrada, muy divertida.
ResponderEliminarBesitos.