No eres la versión femenina de Griffin, el famoso personaje creado por H. G. Wells. Si así lo fueras, tu índice refractivo coincidiría con el del aire, tu cuerpo no absorbería ni reflejaría la luz y ese sería el motivo de tu invisibilidad. Lamentablemente tú eres transparente porque sí, y no debido a un experimento científico: un día te despertaste y te diste cuenta de que el príncipe que a tu lado yacía con sus ojos abiertos, no solo no te miraba, sino que ni siquiera te veía. Te levantaste de un salto, te acercaste rauda al espejo más cercano, y por suerte allí encontraste tu rostro. Respiraste aliviada, hasta llegaste a esbozar una sonrisa, pero poco te duró el sentimiento de alegría porque cuando tu príncipe estuvo a tu lado nuevamente, descubriste que solo tú podías verte. Pasaste varias semanas, meses, quizá algunos años lamentándote. Pero tus lamentos no consiguieron que sus retinas volvieran a notar tu presencia. Pensaste en buscar a Griffin, así podrías convertirte en la mujer invisible del hombre invisible, ¡qué linda pareja formaríais! Pero no lo encontraste por supuesto, es lo que tiene pertenecer a mundos diferentes...
Llegó el día en el cual decidiste dejar de ser una copia mundana del personaje de ciencia ficción, y ser visible otra vez. Entonces, le diste permiso a un estilista para que coloreara y esculpiera tus cabellos, le otorgaste autorización a un vestido gris oscuro para que realzara tus atributos, accediste a que un seductor perfume humedeciera la piel de tu cuello y consentiste en que unos estupendos stilettos rojos engalanaran tus pies. Y te fuiste a buscar un príncipe nuevo, pues sabías que al principio de toda relación estos seres no solo te ven, sino que también te miran.
Pues son de mi género, por ser hombres, digo, pero tales tipos se me antojan como muy estúpido. Dichoso el hombre que ve a su princesa, día tras día, en el rostro de aquella niña que conociera años atrás. Y viceversa, claro está. Es entonces cuando ambos tienen el estatus de reyes.
ResponderEliminarMe gustó tu relato.
Un beso
Qué lindo lo que dices... Qué poético...
EliminarGracias por tus palabras, y por tu visita
Bien por ella y su decisión!...ser invisible es quizás el peor castigo al que algunos "príncipes" insensibles condenan a sus damiselas!
ResponderEliminarSaludos desde el sur...y gracias por pasearte por mi blog!
Gracias a vos por visitar el mío, ¡y qué rápido!, jaja!
EliminarNada de ser invisible, lo mejor hacerse ver, como en la canción, antes muerta que sencilla, los principes azules que se busquen la vida
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu comentario.
A ti, un saludo
Eliminarclaro, y según pasan los años, vemos la mujer desnuda, es como ganarse la lotería. Claro que se extraña salir de cacería y que te cacen, pero ya. En toda elección se dejan caminos sin recorrer por que se recorren otros. Y ya basta. Me estoy aburriendo de mí mismo. Adios.
ResponderEliminarJajaja! No se aburra, y menos de usted mismo, que no tiene otro yo donde ir a no aburrirse...
EliminarJe je, sé lo que es eso, y no depende tanto del tiempo que lleves, como de la incapacidad de algunos príncipes. Tiene algo bueno, cuando estás fea, sudorosa, te ha salido un grano o no te has depilado tampoco se enteran, algo es algo.
ResponderEliminarBesitos!
En ese caso puede que ser invisible tenga un beneficio...
EliminarUn beso
El problema de esa pareja es que el hombre ha confundido su papel, adoptando el que debería corresponderle a la mujer:
ResponderEliminar“El mejor matrimonio sería aquél que reuniese a una mujer ciega con un marido sordo.” (Molière)
Qué buena la frase de Molière! No la conocía.
EliminarBesos
Lei el cuento, que esta claro que habla de un desengaño y un querer salir a buscarle un sustituto, pero claro es un cuento porque la vida real no funciona así.
ResponderEliminarBesos, Eva.
Es cierto Eva los principe azules no existen.
ResponderEliminarSolo los negados que al ser rechazado, no soportan.
Gracias por visitar mi blog, yo ya me hago seguidora tuya, si te apetece me gustaria que tu tambien mia.
Besitos
Hola :) He visto tus comentarios en mi blog.
ResponderEliminarQuieres que nos sigamos?
http://remedioscaserosypracticasdemeditacion.blogspot.com.es/
Hola María, gracias por pasar por aquí...
EliminarSí, claro!
Un saludo
Y uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde...
ResponderEliminarPara mi que el principe estaba algo cansado tambien y recurrio a la tecnica de ignorar je
Jaja!, lo de que te ignoren es casi como ser invisible, no hay mucha diferencia para el caso...
EliminarFrase hecha si las hay la que decís al principio, ¡pero qué cierta!
Un beso, gracias por pasar por aquí
qué principe paparulo, se perdió a la más bella del reino.
ResponderEliminarYo es que creo que es dificil que una mujer, cuando es la tuya claro, te pase inadvertida, tú podrás hacerte el loco, pero ya se encarga ella de que la veas, y sobre todo la escuches, de todas formas si una mujer quiere que su chico las mire lo tiene fácil, ni peluquería, ni maquillaje ni leches, que después de mirarse en el espejo vaya a la habitación en bolas, verás como se fija.
ResponderEliminarYo estoy con Dess Ehhh. Si el susodicho anda por ahí desorientado que no mira ni ve ni nada, eso no es falta de interés. Es que está mal educado.
ResponderEliminarTe pones el tanga, te quitas el sujetador, te subes a los stilettos y dices aquello tan socorrido de "Dios, que calor hace" y ya cuando te vea, que te va a ver, porque aunque le importes un pimiento, un polvo es un polvo, te largas de la habitación y lo dejas con su amor propio. Y así tacita a tacita, lo vas educando :D
Besazo y buen relato como todos los tuyos.
Siempre terminamos usando el sexo como arma al final... ¡Cómo somos! Pero bueno, ellos se lo merecen, por mal educados como bien dices, jajaja!
EliminarVaya que si lo usais....
EliminarMalas..........
Estos hermosos seres por los cuales morimos de amor,nos miran,nos escuchan,nos miman,nos protegen, nos adoran,hasta que llega el fatal día en que ese mohín gracioso que los cautivó,se les convierte en un gesto insoportable. Batalla pedida, a tomar otra ruta sin mirar atrás.
ResponderEliminarAmapola
Gran escrito, me ha gustado conocer tu blog. Te sigo
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra que te haya gustado.
EliminarLo mejor es ser visible y ser tal cual uno es. Bonito tu blog. Gracias por pasar por el mio. Saludos
ResponderEliminar¡Vaya tu blog es de lo más curioso! Me gustan mucho estas entradas sobre los supuestos príncipes, esta claro que no existen. Al igual que tampoco existe la princesa, nosotras no somos perfectas, ni ellos tampoco. Pero me encanta el tono de humor que tiene este rincón.
ResponderEliminarBesos.
Muy bello blog, un saludo desde Venezuela
ResponderEliminarMuchísimas gracias!!
EliminarEn donde yo vivo se confunde mucho el ver con el mirar.
ResponderEliminarY hay sin duda sutiles diferencias.
Camina para que te vea, mírame para que te crea.
Bicos
En dónde vives? Gracias por tu visita...
EliminarVivo en Vigo.
ResponderEliminarGracias por la tuya también. :)